Los orígenes del proyecto se remontan años atrás, cuando, en 1989, la Junta de Andalucía financió el proyecto «Teatro provincia de Sevilla» (HUM. 123). Nuestros objetivos se centraban en la reconstrucción de la historia teatral de Sevilla y su provincia, desde la perspectiva de la «práctica escénica», en respuesta a las nuevas directrices que por esa década informaban –y continúan informando– la investigación teatral.
De los distintos aspectos que configuran ese concepto, fijamos la atención en dos: el lugar de representación y la presencia de actores y compañías, con todo lo que ello conllevaba: contratos, días de representación, cartelera teatral, repertorios dramáticos…


En cuanto al primer tema, el lugar de representación y, en concreto, el Corral de la Montería, que es el que aquí nos interesa, contábamos con dos elementos claves para su reconstrucción: la conservación de tres de las paredes de medianería (fondo y laterales) del lugar donde estuvo ubicado y la puerta de entrada desde la calle; y un dibujo de planta y alzado en sección longitudinal realizado, a petición real, en 1691, tras su total destrucción por un incendio. Plano que nos permitía acercarnos bastante a su fisonomía. Si bien el corral no fue igual a lo largo de su historia, las obras ejecutadas en él fueron en su mayor parte de mantenimiento. Por ello, decidimos presentarlo en un corte sincrónico, como aparecía en dicho dibujo, insertándolo sobre el espacio real que ocupaba, hoy conservado, y lanzando algunas hipótesis sobre aspectos para los que disponíamos de muy pocos datos. Nuestro principio básico fue ser fieles a los datos documentales, con el menor número de hipótesis imaginables, que advertiríamos al formularlas.

Así las cosas y teniendo ya mucha información en nuestras manos, se imponía abordar el levantamiento del corral en el espacio de los Reales Alcázares donde estuvo ubicado. La formación filológica del grupo hacía indispensable la colaboración de un arquitecto con experiencia en la construcción y rehabilitación de teatros, recurriendo a Juan Ruesga, que, además, unía a ello su faceta de escenógrafo. Estudiado el edificio e inserto gráficamente en el lugar que ocupaba, la posibilidad de su reconstrucción virtual estaba muy presente. Se hizo realidad cuando la entonces Directora General de Cultura de la Junta de Andalucía, D.ª Guadalupe Ruiz, encargó a Piedad Bolaños Donoso la coordinación del proyecto «Rutas del teatro en Andalucía», que se conformó en dos grandes líneas de investigación, «Teatros romanos» y «Teatros sevillanos del Siglo de Oro», entre los que figuraba el nuestro. Juan Ruesga, unido al asesoramiento documental y bibliográfico de Piedad Bolaños y Mercedes de los Reyes, contó para su levantamiento volumétrico con la ayuda de la empresa «Alquivira. Diseño y Producción, S. L.», dirigida por Vicente Palacios, que de esta manera se incorporó a este equipo interdisciplinar y cuatripartito. Realizadas las hipótesis arquitectónica, constructiva y arqueológica, se llegó a la maqueta de los datos científicos.
Conviene advertir que es un trabajo que sigue abierto a nuevas investigaciones documentales y arqueológicas, tanto en lo que respecta al edificio como a la puesta en escena, tema éste abordado en recientes estudios. También conviene advertir que, a pesar de su fiabilidad, estas reconstrucciones no dejan de ser hipótesis que sirven para visualizar ese lugar de representación y sus posibilidades escénicas ante el público actual.