La experiencia del equipo de investigación formado por Piedad Bolaños Donoso, Mercedes de los Reyes Peña, Vicente Palacios y Juan Ruesga Navarro en la reconstrucción virtual del Corral de la Montería de Sevilla, nos hizo pensar en continuar esta labor con otros corrales de comedias. Entre ellos, había uno, el Patio de las Arcas de Lisboa, que a dos de los integrantes del equipo –Piedad Bolaños y Mercedes de los Reyes– les era muy conocido, pues hace ya algunos años lo habían investigado y levantado sobre el papel.
Las condiciones para su reconstrucción virtual eran muy distintas a las del corral sevillano, pues, mientras que de éste se conservaban las paredes de medianería del lugar donde estuvo ubicado (muralla del fondo y laterales), la puerta de entrada desde la calle, y un plano de planta y alzado longitudinal que reflejaba su estructura, medidas, dependencias, uso… (1691), el Patio de las Arcas no ofrecía nada al respecto. Destruido por el terremoto de Lisboa de 1755, no había quedado de él ni siquiera la propia topografía del terreno donde se erigió. Sin testimonios gráficos ni restos arqueológicos, lo único que se conservaban eran documentos manuscritos y testimonios literarios, así como una escasa bibliografía poco aprovechada por los estudiosos. Conscientes de que nos íbamos a encontrar con mayores dificultades y con el mismo propósito que nos guió en el caso de la Montería –ser fieles a la documentación existente y formular el menor número de hipótesis posibles, siempre advirtiéndolas y razonándolas–, comenzamos el proyecto.



Así concebido, lo presentamos a José Camões, investigador del «Centro de Estudos de Teatro» de la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa, que ya se había interesado por el Patio. Lo aceptó, se dispuso a colaborar en las investigaciones que dicha reconstrucción virtual fuera requiriendo, y ofreció financiación para el proyecto desde el «Centro de Estudos de Teatro».
El primer problema para la reconstrucción virtual del Patio de las Arcas fue la planimetría básica. Una vez resuelto, empezamos a levantar el Patio, situándolo en el entorno en el que nació y configurándolo de acuerdo con la fisonomía, estructura y materiales constructivos que aportaban los documentos, testimonios literarios y edificios conservados de la época, con el auxilio de las herramientas informáticas. Conviene advertir, como precisábamos en La Montería, que es un trabajo que continúa abierto a nuevas investigaciones documentales y arqueológicas. También conviene advertir que, a pesar de su fiabilidad, esta reconstrucción no deja de ser una hipótesis que sirve para visualizar ese lugar de representación ante el público actual.
El resultado de nuestro trabajo ha sido un vídeo de una duración de 19.59 minutos, que ofrece la reconstrucción del Patio de la Arcas en dos momentos puntuales de su historia: uno, en 1696-1697, antes de que un incendio lo destruyera por completo, fisonomía que podemos hacer extensiva a toda su primera etapa (1593-1697); y otro en 1707, fisonomía que podemos hacer extensiva a la segunda (1698-1755), las dos etapas que conforman la vida del Patio.


